Hanappe Bazooka (花平バズーカ) es un manga para adultos (hentai) escrito por Kazuo Koike ("Shura Yukihime", Playboy, Shueisha, 1972) e ilustrado por Go Nagai ("Harenchi Koumon Manyuuki", Daitosha, 1994) seriado en la revista Shuukan Young Jump en 1979, y editado en formato Tankōbon en 1980.
Con un estilo bizarro y bastante desenfadado, en Hanappe Bazooka se mezcla el drama de terror con la comedia erótica, bastante subida de tono en determinados momentos. Manga de demografía seinen, claramente enfocado hacia el público masculino adulto, en él se mezclan elementos de fantasía y ciencia ficción, erotismo, peleas, combates y algunas escenas gore, todo ello con un lenguaje que roza lo esperpéntico, audaz a veces, pero que en definitiva resulta bastante cómico.
Autor: Koike Kazuo, con ilustraciones de Go Nagai
Hanappe, el protagonista, es una especie de perdedor. No se le dan bien las mujeres y, en el caso de conocer a alguna, ésta se aprovechará de él. Después de un encontronazo "casual" con una ladrona, que para seducirlo le enseña un pecho y le deja que le sobe las tetas, termina involucrado en un robo de armas.
Aturdido, y algo caliente, cuando regresa a su casa, aprovechando que todos duermen, comienza a mirar algunas fotografías de mujeres desnudas que tiene escondidas en el interior de un libro y, mientras ve en el televisor a una joven y guapa cantante, y tal vez para aliviar la tensión, comienza a masturbarse, pero en ese justo momento del televisor salen dos demonios. Son la hermosa Mephisto Dance (una diabla) y el terrorífico Ofisto Bazooka (el demonio), que han venido a concederle tres deseos.
Ofisto se desespera ante las dudas de Hanappe, que no sabe qué tres deseos pedir. Mujeres, dinero, poder. Estos son los tres deseos que todos anhelan pero, y Hanappe?. Si no realiza su petición el demonio terminará matándolo con su enorme bazoka. El muchacho está aturdido y termina desperdiciando sus tres deseos en ruegos absurdos. Cumplida su misión los demonios deciden marcharse, pero la cosa se complica cuando aparece en la habitación, sobresaltada por el ruido, la madre de Hanappe.
Mephisto se transforma en una joven de hermosa presencia y Ofisto, después de varias transfiguraciones jocosas, acaba apareciendo bajo la forma de un fornido muchachote. Ambos se excusan y aclaran que simplemente conversan acerca de si la masturbación es buena o mala. A la madre de Hanappe le da un síncope y cae redonda al suelo, y en el momento en que Ofisto ve sus bragas, se le enciende la líbido y termina yaciendo con ella.
Es entonces cuando aparecen en la escena el padre de Hanappe, a quien Ofisto ofrece una montaña de billetes, y su hermana pequeña, Mito, una inocente criatura que llama poderosamente la atención de Mephisto, que no tardará en avalanzarse sobre ella.
Lo que sigue es una tórrida escena de sexo lésbico que perturba a Hanappe, mientras que su padre solo puede pensar en el dinero, todo lo cual hace enloquecer al muchacho, que en un momento dado se apodera del bazoka de Ofisto, a quien amenaza con matarlo si no deja a su madre en paz.
Pero no es tan fácil. Si Hanappe dispara el bazoka todos los allí presentes morirán, excepto él. Esto le crea un fuerte dilema, las dudas le asaltan y comienza a llorar, el bazoka acaba cayendo al suelo y es recuperado por Ofisto. Tanto él como Mephisto continúan con su diversión, ante los llantos y súplicas de Hanappe y la indolencia de su padre.
En ese momento, abrumada por las caricias de la demonio, Mito llega al orgasmo. La joven está completamente entregada a Mephisto, que goza de su cuerpo de todas las maneras posibles.
Finalmente los demonios se instalan en la casa. El padre parece estar de acuerdo: ahora es un hombre rico. Mito ha conocido el placer y no se separa de Mephisto, y el demonio parece haber conquistado el corazón de la madre.
Para Hanappe la situación es incómoda y absurda. Está molesto, muy enfadado, y en compensación, Ofisto le concede un extraordinario poder. Su dedo índice se ha transformado en una especie de pene, gracias al cual tendrá la posibilidad de acostarse con la mujer que desee. Gracias a su dedo-pene, no habrá mujer que se le resista.
Aquel atributo, que aun no controla demasiado bien, le acarreará más de un problema. Cuando es visto por una señora algo entrada en carnes, esta correrá medio desnuda tras el incauto joven, que intenta refugiarse en su casa, donde por cierto parece que se estuviera celebrando una orgía. La mujer termina por atraparlo y Hanappe pide ayuda a Ofisto. la única solución es insertar su dedo en la uretra de la mujer, la cual se terminará meando, su líbido se calmará y el efecto de la magia desaparecerá, perdiendo la conciencia durante una hora.
El dedo-pene parece más bien una maldición. La líbido de Hanappe está por las nubes y la única manera de controlar su dedo es enfundándolo en un condón. Después de algunos encuentros amorosos, termina acostándose con Mephisto, con quien pierde la virginidad. Entonces Mito entra en escena y abraza amorosamente a Mephisto que, rendida ante sus encantos, echa fuera de la cama a Hanappe. El joven, derrotado, no quiere más ese poder y Ofisto, que trata de ayudarlo, le concede el don de la fuerza.
